martes, 18 de mayo de 2010

Lo esencial es invisible a los ojos


En el libro del Principito, escrito por Antoine De Saint Exupery, hay una parte de texto que dice así: “A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas? Pero en cambio preguntan: ¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre? Solamente con estos detalles creen conocerle”.
… Siempre recuerdo estas palabras de uno de los primeros libros que he tenido, creo que a partir de éste y luego de mi Planta de Naranja Lima mi cariño por la lectura había empezado a crecer.
Hoy me ha ocurrido una situación que me llevó a preguntarme ¿por qué nos empeñamos en juzgar a los demás sin conocerles con toda la verdad por delante, sea cual sea ésta?, ¿por qué nos empeñamos en no comprender el mal que puede suponer nuestros veredictos?, ¿por qué nos dedicamos a condenar sin investigar adecuadamente los actos ajenos?

Si yo alguna vez caí en este hondo error, porque puedo asegurar que como cualquier persona humana me equivoqué mucho, creo que más bien fue sencillamente por mi propia inconsciencia y mi carácter impaciente. No recuerdo haber herido a alguien por el simple hecho de herir con murmuraciones y, mucho menos, cuando terminan de presentarme a una persona.
Sé que no podemos estar de acuerdo con todo el mundo y sé que, a la inversa, no podemos agradarle a todo el mundo.

A lo largo de mi vida, conocí a personas cuya mente es joven aunque sumen y sumen cifras en su documento de identidad, conocí a personas con grandes posesiones y aún mucha más generosidad. No se puede dejar de conocer a alguien porque nos parezca mucho más o mucho menos que nosotros, lo importante de cada quien es que sepamos, con cariño, colarnos en sus íntimos adentros: sus sentimientos, sus pensares, sus anhelos… Que toca que nos defraudan, ¿acaso no defraudamos, alguna que otra vez, también nosotros?, ¡nadie es perfecto! ¿Por qué solemos interpretar de la forma que más nos conviene cada uno de los actos de otros si cada uno es libre de elegir lo que debe o no debe de hacer en cada momento?; juzgamos demasiada veces y, sinceramente, una vez más ¡nos cuesta tanto situarnos en el lugar del otro!.

Estamos repletos de absurdos prejuicios que transforman nuestra manera de pensar, nos dejamos llevar tan sólo por lo que vemos o por lo que nos hacen ver respecto a alguien, sin suponer que las realidades pueden ser muy diversas a como nuestros ojos nos las muestran. Se puede abrir de par en par la mirada del corazón, por lo menos, se puede intentar esto para evitar que se continúe manipulando con la verdad.

Las personas que he conocido y que han sido poseedoras directas de críticos juicios, aseguro que ¡son las personas que más me han enseñado sobre la vida!. No me fío de lo que se diga de ellas, porque yo he comprobado a ciencia cierta que es una pura mentira… Y si yo tuviera que hablar de estos maravillosos seres humanos en cifras, lo haría sumando sus estupendas cualidades, multiplicando sus geniales condiciones, restando las duras críticas y dividiendo los perversos comentarios.
Yo no cuento el número de veces con las que me veo con alguien a quien quiero, pero me agrada que sepa que en cualquier instante puede contar conmigo. Yo no contabilizo el dinero que se han gastado en hacerme un regalo, valoro la forma en la que ha llegado hasta mis ansiosas manos. Yo no mido los kilómetros que separan mi casa con la de la gente que amo, porque para el sentir ¡las distancias no conocen de medidas!... Elijo la esencia, desecho las cifras, digan lo que digan.

Si tuviera que pararme a contabilizar cantidades, ¿saben por qué única cifras lo haría?, por aquellas en la que todos y cada uno de nosotros colocásemos un granito de arena, para que la suma de esos pellizquitos formasen una inmensa playa, una inmensa playa llamada simplemente Solidaridad.

… Y, como no hay edad para leer El Principito, de regalo dejo otras de sus frases como final de esta entrada:
“Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.”
“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas”
“Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran…”
“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”
“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.”
“Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.”
Siempre es tiempo de leer “El Principito”, aunque lo esencial es invisible a los ojos…

3 comentarios:

  1. Hola querida Sandra, recuerdo que leí la primera vez "El Principito " en el instituto en la asignatura de frances ,y se me quedo grabado por su hermoso contenido.

    Y tienes razón , lo esencial es invisible a los ojos...me gusta el cariño y la buena fe con la que te habres a la vida , pienso que ese optimismo y esa gentileza , a la larga la vida te la recompensa. Si hay algo que desprecio con toda mi alma , es la gente que solo desea hacer daño a los demás por envidias , celos ...y que casi siempre se basan en falsas mentiras para hacerlo y perjudicar.

    Sigamos deseando el bien y que el poder de la solidaridad alcance fuerza dia a dia...

    Os deseo un feliz fin de semana para ti y la pequeña y princesita Victoria.

    Besos con cariño desde España.

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  2. La verdad es que nunca habia leido el libro del principito, me ha parecido excelente y bello, gracias por compartir.
    un placer pasar por tu bonito blog amiga Sandra.
    que tengas una feliz semana.

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  3. SANDRA, LLEGUÉ DE BLOG EN BLOG AL TUYO Y TE QUIERO CONTAR QUE EN LA PRIMARIA YO LEÍ EL PRINCIPITO, O PRINCIPIOS DE LA SECUNDARIA Y NO ME GUSTÓ.
    SÍ, A MÍ TAMBIÉN ME RESULTA EXTRAÑO, PERO ENTIENDO CUANDO ME ANALIZO Y NO IDOLATRO LOS ÍDOLOS DE LOS OTROS: DIOS, MESSI, MARADONA, LA SOJA.
    PERO MI PLANTA DE NARANJA LIMA ES UN LIBRO HERMOSO, QUE ME LLENÓ EL CORAZÓN DE DIFERENTES EMOCIONES.
    UN RELATO CRUDO DE LA VERDAD.

    BESOS, PERDÓN POR LA INTROMISIÓN Y TE INVITO AL MÍO: http://malatendida.blogspot.com :)

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