lunes, 31 de agosto de 2009

Acontecimiento del año: Seré Madrina

Hoy hablare de tres personitas muy amadas para mí, Carol mi hermana, y sus solcitos Agustín y Camila.

Cami quien el 13 de septiembre cumplirá siete meses de vida será mi primer ahijada.

A mi hermana la he amado de toda la vida, desde que tengo conciencia, tenemos muy pocos años de diferencia (casi nada), eso permitió que pudiéramos crecer juntas casi a la par, nuestra infancia, nuestra juventud y ahora nuestra vida como madres, hemos pasado muchas cosas juntas, alegrías, penas, desilusión, encuentros, desencuentros, coincidencias, y desavenencias, pero lo mejor y lo más importantes y que más allá de todo eso sé que el sentimiento de amor es mutuo, sé que nunca dejaré de verla, porque lo nuestro es para toda la vida aún más allá de la muerte, nunca dejará de ser mi hermanita querida. Caro sabes ¿cierto?, creo que te he dicho que te quiero y que te Amo, y que te agradezco por ser parte de mi, de mi vida, y que te respeto y admiro por sobre todas las cosas.

La Noche del jueves me llama por teléfono y con vos seria me dice: enana vas a ser la madrina de Camila!! ¿Aceptas? Queee queee madrina yoo!!! Que si acepto!!!! Que emoción, cuanta alegría me llenó la noticia de ser madrina.

Confieso que no soy muy religiosa y devota de ir a la iglesia es más no recuerdo la última vez que pisé la iglesia pero en fin, para mi el significado de recibir a un ahijado es muy fuerte, va mas allá de un día de festejos, un corte de torta o la entrega de un souvenir.

Significara que pase lo que pase siempre en cada amanecer más allá de sentir lo mismo por todos mis sobrinos, con Cami habrá un vinculo más que me hará ser además de su tía, ser su guía algo así como un hada madrina que bendecirá uno y cada uno de sus pasos.

Aún recuerdo que casi me desmaye cuando supe que era una niña...cuando la ví por la pantallita cuando caro se hizo la ecografía, me pasé sacando fotos al monitor, pero nada se asemeja cuando la vi al nacer, cuando la vi creo que ahí morí de amor por ella, preciosa, morocha de cabellos negros y largos que asomaban de su cabecita, a mis ojos en ese momento era la niña más linda que yo había visto en muchísimo tiempo.

Voy al escrito del día en dedicación a esta gran noticia:



Seré madrina

En mi opinión, ser la MADRINA es un privilegio, un honor, un trofeo, y una Responsabilidad…

Cual RESPONSABILIDAD? La de corresponder a mi amiga, a mi hermana la muestra de afecto, de confianza sin decepcionarle… se tiene la responsabilidad de sembrar cariño en esta pequeña dulzura de vida, para que cuando me diga MADRINA, bueno no se como me llamará ya que como también soy su tía; pero el fondo es que cuando me llame lo haga con orgullo, que sepa me une a ella algo especial y que crezca convencida de que la Amo muchísimo… además siento la responsabilidad de enseñarle que mis manifestaciones serán de AMOR y no materiales…

Pienso que cuando un amigo (a)/un hermano (a) decide que serás la persona indicada para bautizar a su pequeño/a, es porque hay suficiente confianza, aprecio y deseos de estrechar lazos de amistad, con los que ya no solo serán AMIGOS/o hermanos sino COMPADRES…

Ahora bien, que significa para mi ser COMPADRES? Brindar apoyo incondicional cuando sea necesario, siempre respetando los espacios… es decir: presente, en cada momento importante de ellos y del ahijado… es demostrarles con hechos y no con regalos que su hijo es apreciado… Generalmente se tiene más amistad con unos de los padres, quien sugiere el padrino o madrina, en este caso para mi es muy importante la opinión y la relación con el otro, cuando alguno no esta conforme con la elección…se vislumbran problemas… así que lo mejor es asegurarme que ambos me quieren como madrinita…pero sé que mi cuñado Monchi sabe cuanto amor hay en mi y no solo por Camila sino que por todos mis sobrinos del alma.

Y los MIOS? Con mis padrinos tengo contacto, tengo un sentimiento especial, muchas veces su cariño y la energía de sus palabras… las ganas con las que me dijeron: dios te bendiga! Es suficiente, no hay nada material que agradecer, pero si su afecto, su contacto y su bendición… No me importa si mis padrinos han estado presentes o no…más me importa como seré yo en el lugar de MADRINA. No hay un código de ética del padrino, así que, no hay reglas ni normas que seguir…solo hay que alimentar el amor en este caso de mi hermana y mi cuñado, manifestado en un su hija…mi sobrinita Camila.

Por 1ª vez soy premiada con este galardón... por mi gran hermana del alma… con quien comparto una profunda amistad, de esas grandes, puras y sinceras… donde todo es transparente, de esas en las que con vernos a los ojos basta para leernos el pensamiento…

… el 4 de septiembre será el bautizo, el padrino será el tío Luis quién ya es padrino actualmente.

Hoy mi alegría y emoción de compartir al angelito… Camila Valentina… quién será mi AHIJADA… hace que me llene la boca diciendo y contando, porque estoy realmente feliz, contenta y orgullosa… y como siempre lo comparto por este medio…

Nota: Agus mi solcito de ojitos azules también será bautizado en el mismo día con padrinos muy bien elegidos por cierto.

miércoles, 19 de agosto de 2009




Llorar!, ¡sí! ¡llorar!

Llorar….y llorar

... Suelo llorar bastante a menudo, quienes me conocen ya lo saben, lloro de alegría o de tristeza. Es mi forma de expresarme cuando no encuentro las palabras adecuadas.

A veces, me pregunto qué son esas lágrimas...


Podría buscar la fórmula química de las lágrimas, pero ¡sería una Pavada total !. Sabemos que las lágrimas no son nada más que unas gotas que humedecen nuestro rostro, un líquido que sirve para lavar el globo ocular, como leí cierta vez... Pero las lágrimas lavan también otras cosas.


Las lágrimas abren sus corolas celestes sobre un signo de interrogación. A veces son una pregunta. A veces una respuesta. Pero siempre llevan consigo un mensaje...al menos mis lágrimas.
Siempre es como esa mano que se tiende, suplicante y abierta, en busca de otra mano que la estreche. Y nacen lejos de los ojos.
Las lágrimas nacen en una región de nuestro interior, ésa que el miedo paraliza; ésa que la emoción o la tristeza dejan un instante suspendidas en el aire, igual que cuando bajamos en un ascensor demasiado rápido; esa que evidencia que existe justamente en el momento en que la amargura la define con un cosquilleo, con una vuelta de tuerca, con un temblor.
Llorar es, un poco, decir adiós a lo que los ojos vieron antes de las lágrimas.
Porque las imágenes anteriores ya no serán las mismas.

Porque cada vez que las miremos, después de las lágrimas, las imágenes estarán impregnadas de esa humedad salada.
Nada es igual después de llorar.
Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fe, ni la amistad, ni el amor...
Pero creo que lo que más cambia una lágrima es a quien llora.


A mí me han ido cambiando esos llantos que he derramado en mi vida: Los que inauguré en mi infancia, los que gritaron en mi adolescencia, los que brillaron para mostrarme el sendero bello y cambiante del cariño, de la amistad y del amor.
Los llantos que me borraron el espejismo de que cada uno, en este mundo, teníamos adjudicado un techo, un pedazo de pan, una cuota de felicidad, un renovado asombro cotidiano.
El llanto en el que me despertó una niñita recién nacida en mis brazos, en mitad de la noche, el que me hizo madre y más mujer... Los llantos que se perdieron detrás de una maraña de rabias, de ausencias, de abandono, de negaciones, de traiciones, de inutilidad...de soledad…
¡Sí!, a mí me han ido cambiando las lágrimas que he derramado en mi vida.
Esas lágrimas que, no sé por qué magia, por qué milagro inesperado, disolvieron esas espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman, y las van arañando sin que lo adviertan, y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimarse y por miedo a lastimar, y uno no quiere decir que las ve, que las toca, que las siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega, las niega, las niega.

Detrás de cada persona siempre hay una historia. Detrás de cada lagrima siempre hay una luz…síguela pues es lo que se llama Esperanza.

lunes, 10 de agosto de 2009

Para vivir

Para vivir

La vida puede pasar tres veces por el ojo de una aguja, mientras luchamos con ella por hilvanar los pedazos que no comprendemos.


Que si en la niñez la fantasía era tan natural. Por qué creíamos a pie juntos en los bosques donde habitaban brujas y hadas. Cuántas veces y por qué nos quedamos deseando los dulces prohibidos. De las veces que nos caímos del árbol o nos raspamos las rodillas no queda una sola memoria, mientras que sí está memorizada aquella fiesta en la cual nadie nos invitó a bailar.
Que si en la adolescencia nuestro cuerpo se transformaba… y de un año a otro no sabíamos si la nariz se nos quedaría así de fea o si nos crecerían un poco más los senos. Después no alcanzamos a saber cómo fue posible que un cuerpo humano nuevo, habitado por un espíritu distinto al nuestro, se formara en nuestro vientre… despacio… para luego robarnos la vida de manera tan inocente.
Cómo sobrevivimos a los terribles cambios del cuerpo, es un misterio.
Cómo es posible observar ante el espejo poco a poco, que la piel cobra un color y textura distintos.
Cuánto dejamos de parecernos a nosotros mismos cada mes, cada año. Cómo se esfuman en el pasado nuestras pupilas reales, mientras las nuevas se van entristeciendo. Y sin embargo… nuestro espíritu es inmutable. Reímos por las mismas causas que en la infancia; amamos las mismas cosas de la naturaleza: Los atardeceres, las noches estrelladas, los árboles grandes.

El espíritu no cambia, sólo aprende. No se desgasta, sólo crece en su capacidad de vivir las emociones. Las buenas… las malas pasan y se olvidan si realmente somos aprendices eficientes de la vida, que pasa tres veces por el ojo de una aguja, mientras hilvanamos los sueños, esperando que se cumplan.

Y los sueños a punto de cumplirse llegan, nos acarician, llaman nuestra atención con perfumes que seducen y si no estamos atentos el cuerpo cambia, pasa por el tiempo, que lo consume, y ellos se van de nuevo al arcón del tiempo a esperar una oportunidad para volver. Los sueños pueden pasar de largo mientras intentamos hilvanar la vida, comprenderla mientras el cuerpo se va destruyendo poco a poco.


... Pero la Vida es para vivirla, no siempre para entenderla.

lunes, 27 de julio de 2009

Nuevo espacio

No puedo recordar cuándo ocurrió (pero sí afirmo que fue muy temprano en mi adolescencia) que empecé a buscar un espacio donde pudieran cristalizarse ciertas funciones de mi mente que yo nunca alcancé a comprender del todo.
Cree este espacio para ir anexando pensamientos, historias y vivencias.
Escribo y escribo ... Cosas sin sentido a veces... Pensamientos absurdos otras; vivencias, sueños imposibles, realidades que me golpean sin piedad en pleno rostro... Lo que me pasa; lo que me gustaría que me pasara, lo que ya viví... Incluso lo que aún me queda por vivir...
Escribir tiene algo de mágico y de misterioso. Como transmitía a unas amigas, es como una necesidad del alma que cuando surge no hay forma humana de detenerla. Y entonces tomo lo primero que tengo a mano. Cualquier minúsculo trocito de papel puede servir, en un momento dado, para dejar plasmados esos pensamientos que me asaltan.
Escribir, de alguna manera, es también el equivalente a reir o a llorar. Cuando la tristeza del alma resulta tan aplastante que casi te puede, en vez de llorar, dejando que las lágrimas fluyan lentamente, arrastrando con ellas toda la angustia que oprime y asfixia hasta casi no dejar respirar, escribo...
Y voy dejando, en lo que era una hoja en blanco, toda una montaña de sentimientos que si no fuera así seguramente jamás saldrían fuera. Después llega la liberación, aunque sólo sea momentánea, y la angustia desaparece.
Otras veces escribo, las cosas buenas que te me van pasando. Y con el tiempo, cuando vuelvo a releerlas, es como vivirlas un poco de nuevo...
Ya sean alegrías o tristezas, escribir por escribir puede llegar a convertirse en la mejor terapia...
Pues siii esta es mi terapia, que bien o mal me libera de las tristezas o trae de vuelta las alegrías cuando leo esos momentos de felicidad!